viernes, 12 de julio de 2019

Denuncia Publica 0012019



La Asociación Campesina para el Desarrollo del Alto Sinú “ASODECAS”
NIT: 900.802.199-3
“Unidos por la Vida, la Dignidad, la Tenencia de la Tierra y la Permanencia en el Territorio”
Integrante de ANZORC – MARCHA PATRIOTICA – COCCAM
                                                                                        
Consecutivo: 001/2019

Emite
DENUNCIA PÚBLICA
Julio 12 del 2019, 11:40 a.m.

En el Alto Sinú, se levantan minas ilegales de carbón a cielo abierto ante la mirada tolerante de las autoridades civiles y militares; es una animadversión del espíritu del acuerdo para la Paz y fin de conflicto firmado por el Estado Colombiano y las extintas FARC.

ANTECEDENTES:
ASODECAS como organización campesina, promotora y defensora de Derechos Humanos (DDHH) que desde el 11 de septiembre del 2012, con incidencia social, comunitaria y organizativa en el Alto Sinú nos erigimos legalmente para reivindicar a los campesinos y campesinas; hemos realizado  diversas actividades y acciones en pro de la lucha social campesina, entre ellas, el 26 y 27 de abril del 2013, seis meses después de habernos fundado realizamos la ACCIÓN HUMANITARIA por “el derecho a la vida, la dignidad, la tenencia de la tierra y la permanencia en el territorio” en el corregimiento de Crucito del municipio de Tierralta. Los dos días de trabajo, permitieron producir con más de 1.500 (ANEXO LINK DEL INFORME). Participamos activamente del Paro Nacional Agrario iniciado en agosto de 2013; entre 2014 y 2015 apoyamos la negociación para ponerle fin al conflicto armado en Colombia mediante la negociación entre el Estado Colombiano y las hoy extintas FARC; siendo consecuentes con lo anterior, desde la firma del ACUERDO FINAL PARA LA TERMINACIÓN DEL CONFLICTO Y LA CONSTRUCCIÓN DE UNA PAZ. ESTABLE Y DURADERA en el teatro colon de Bogotá, hemos estado inmersos en su implementación territorial como campesinos y campesinas  aportando nuestros esfuerzos para así lograr el objetivo, la Paz con justicia social e integral.
El corregimiento el diamante, del municipio de Tierralta Córdoba, por muchas décadas fue bastión militar de las extintas FARC, durante todos esos años anteriores, no hubo avistamiento alguno de explotación de minas o yacimientos de carbón; creemos era un política de este grupo armado no permitir que se realizaran estas prácticas, legales o ilegales.
Los Corregimientos Palmira y el Diamante, del municipio de Tierralta Córdoba, sus veredas y territorios circunvecinos fueron abandonados por las FARC al pre agruparse en el PPT del corregimiento Crucito y luego al PTN de la vereda gallo; cumpliendo con lo Acordado en el Punto 3 y 6 del Acuerdo Final; en su salida, estas zonas fueron tomadas por lo que hoy se denomina AGC (Autodefensas Gaitanistas de Colombia).

HECHOS:
Existe una mina ilegal de explotación de carbón a cielo abierto en la vereda la chica del corregimiento Palmira de Tierralta Córdoba, que presumimos es de control del nuevo actor armado irregular que domina estos territorios, pese a que se han hecho las denuncias ante las autoridades competentes del departamento de Córdoba, la operatividad de la misma continua causando daños graves, irreparables al ecosistema, a la fauna silvestre, flora, pero en especial a las fuentes hídricas que nacen dentro del parque nacional nudo del paramillo y que son por supuesto el caudal que continua camino para bañar a los pueblos del bajo sinú, centro y sabanas.
Esta mina ilegal de explotación de carbón a cielo abierto que esta  al cuidado de actores armados ilegales, se ha convertido no solo en un fenómeno de daño ambiental monstruoso, sino que puesto en riesgo la vida misma de los campesinos y campesinas, tanto por los daños ambientales que causa, como por la presión que el actor armado ilegal ejerce contra la población civil. Este atroz crimen ambiental, que pone en riesgo la Vida e integridad y  malogra la dignidad de los campesinos y campesinas lo denunciamos con vehemencia.
No se puede permitir por el estado Colombiano en cabeza del Presidente Iván Duque que las zonas dejadas por las FARC se conviertan en fortín para los negocios que derivan en rentas ilegales para actores armados irregulares y en ese sentido que las autoridades civiles y militares de orden regional, departamental y del municipio de Tierralta no hagan absolutamente nada para conjurar estos hechos violatorios de los Derechos Humanos y que pone en riesgo los liderazgos comunales y comunitarios y por supuesto de nuestra Organización Campesina.

EXIGIMOS:
1.       A la PROCURADURÍA GENERAL DE LA NACIÓN, en especial la delegada ambiental y asuntos agrarios: Iniciar una investigación disciplinaria a quien tenga responsabilidad directa sobre la vigilancia y control de este tipo de hechos violatorios de los Derechos Humanos. En consecuencia por supuesto de las Directivas 002 del 14 de junio del 2017, 001 del 7 de febrero del 2019 y 007 del 11 de junio del  2019.
2.       A la FISCALÍA GENERAL DE LA NACIÓN en el marco de la funcionalidad de la Unidad Especial de Investigación para el desmantelamiento de las organizaciones y conductas criminales responsables de homicidios y masacres, que atentan contra defensores/as de derechos humanos, movimientos sociales o movimientos políticos o que amenacen o atenten contra las personas que participen en la implementación de los acuerdos y la construcción de la paz, incluyendo las organizaciones criminales que hayan sido denominadas como sucesoras del paramilitarismo y sus redes de apoyo, creada mediante el Decreto 898 del 29 de mayo del 2017 para que cumpla con lo consignado en dicho Decreto pro desnudar las acciones punibles que ejercen actores armados ilegales con atención a lo narrado en los hechos de esta denuncia.
3.       A la COMISIÓN NACIONAL DE GARANTÍAS DE SEGURIDAD, cuyo objeto es el diseño y seguimiento de la política pública y criminal en materia de desmantelamiento de las organizaciones o conductas criminales responsables homicidios y masacres, que atenten contra defensores/as derechos humanos, movimientos sociales o movimientos políticos, o que amenacen o atenten contra las personas que participen en la implementación los Acuerdos y construcción de la paz, incluyendo las organizaciones criminales que hayan sido denominadas como sucesoras del paramilitarismo y sus redes de apoyo, creada por el Decreto 154 del 3 de febrero del 2017 que cumpla con la misión que debe ejercer y ponga la lupa de manera inmediata con acciones que de verdad confronten y del solución al problema de fondo y causante del asesinato y crecimiento de acciones delictivas que hoy ejercen grupos armados en el Alto Sinú.

REQUERIMOS:
1.       A la DEFENSORÍA DEL PUEBLO Colombiano para que en el marco de: El INFORME DE RIESGO 037-16, de inminencia del 23 de noviembre del 2016, el INFORME DE RIESGO 029-17 del 5 de julio del 2017, la ALERTA TEMPRANA DE INMINENCIA 005-18 del 14 de enero del 2018 y la ALERTA TEMPRANA  083-18 del 25 de noviembre del 2018 requieran a la CIPRAT para que en el marco de esto con las instancias e instituciones del Colombiano se atienda de manera urgente lo relatado en los hechos arriba expuestos.
2.       Al MINISTERIO DEL INTERIOR para que en el marco de la Circular Externa CIR17-1-DMI-1000 del 2017 para Gobernadores, Alcaldes y Comandantes de departamentos de policía se den reales garantías, reconocimiento, respeto y garantías a la labor de los integrantes y organizaciones  de la  Marcha Patriótica como es por supuesto nuestra Asociación.

SOLICITAMOS:
A la comunidad Nacional e Internacional, en especial a la la II Misión de Observación de la ONU en Colombia, a la oficina del alto comisionado de la ONU para los Derechos Humanos, a la Misión de Apoyo al Proceso de Paz en Colombia de la MAPP-OEA; en ese mismo sentido a las organizaciones defensoras de Derechos Humanos, el acompañamiento y apoyo ante esta vulneración de los derechos humanos que concurrieron en la relatoría de estos hechos, a difundir públicamente esta DENUNCIA PÚBLICA 001/2019 y en caso de respuestas, compulsar copias al correo: ddhh.asodecas@gmail.com

RESPONSABILIZAMOS:
Al Estado Colombiano, en cabeza del presidente Iván Duque Márquez quien tiene la responsabilidad primaria de protección de los derechos humanos; sobre Él recae de acuerdo con los principios constitucionales y el articulado de los tratados y Convenios Internacionales, al ser éste el sujeto responsable de velar por el cumplimiento de lo consagrado en la Carta Política y por ser el, quien adquiere los compromisos en materia de derechos humanos y de derecho internacional humanitario ante la comunidad internacional. Por tal razón, su mayor deber jurídico es el de prevenir las violaciones frente a estos derechos y tomar las medidas necesarias para investigar, identificar, juzgar y sancionar a los responsables por su acción u omisión, o tomar las medidas correctivas de carácter administrativo o político que impida que hechos lesivos de la vida, la libertad, la integridad, la seguridad y las afectaciones a la convivencia contra comunidades y organizaciones en los territorios, sus líderes, lideresas, dirigentes, representantes, activistas y defensores de derechos humanos en los territorios del Alto Sinú.

DIRIGIDO A:

PROCURADURÍA GENERAL DE LA NACIÓN
Doctor Fernando Carrillo Flórez, Procurador General de la Nación
Dirección: Carrera 5 # 15-80, Bogotá D.C., Colombia

DEFENSORÍA DEL PUEBLO DE COLOMBIA
Doctor Carlos Alfonso Negret Mosquera, Defensor del Pueblo Colombia
Dirección: Cra. 9 No 16- 21- Bogotá D.C.

MINISTERIO DEL INTERIOR
Doctora Nancy Patricia Gutiérrez Castañeda, Ministra del Interior de Colombia
Dirección: Sede Principal La Giralda: Carrera 8 No. 7 – 83 Bogotá, D.C.

FISCALÍA GENERAL DE LA NACIÓN
Doctor Fabio Espitia Garzón, Fiscal General de la Nación (e)
Dirección: Nivel Central - Bogotá, D.C. Diagonal 22B No. 52-01 (Ciudad Salitre)


DOCTORES:
Francisco Roberto Barbosa Delgado
Consejero Presidencial para los Derechos Humanos y Asuntos Internacionales

Emilio José Archila Peñalosa
Alto Consejero para el Posconflicto

Miguel Ceballos Arévalo
Alto Comisionado para la Paz

Karen Abudinen Abuchaibe
Alta Consejera Presidencial para las Regiones

Rafael Guarín
Consejero Presidencial de Seguridad Nacional

ASODECAS... ¡Somos Dignidad y Resistencia Campesina!



ASODECAS... 

¡Somos Dignidad y Resistencia Campesina!

El Alto Sinú, caudalosos ríos que nacen, corrientes bravías que bañan los valles sinuanos; un escenario de fauna y flora excelso. Un calor campesino único.  
El 11 de septiembre del 2012, se registró en la cámara de comercio de montería la ASOCIACIÓN CAMPESINA PARA EL DESARROLLO DEL ALTO SINÚ “ASODECAS”, con el número de matrícula: 900.802.199-3, con incidencia social, comunitaria y organizativa desde el extremo corregimiento de Saiza, hasta los reasentamientos humanos hechos por la hidroeléctrica URRA S.A. para ubicar a los despojados por ese “monstruo minero energético”, ubicados en la vía que desde Puerto Frasquillo conduce a la cabecera municipal de Tierralta.
Ser [colectivamente] organización campesina, defensora de derechos humanos y trabajar por la “permanencia en el territorio”, y la “tenencia de la tierra”. Solo estas pocas líneas ya suponen un riesgo: Organizar, Defender Derechos Humanos, Permanecer en el territorio y Tener la tierra, en este rincón del territorio colombiano cuesta, hasta la vida misma.
Los señalamientos por parte de la fuerza pública, la estigmatización por parte de las instituciones y entidades del estado, locales, departamentales y nacionales, contra “ASODECAS” no se hicieron esperar. El hecho mismo de existir en un territorio con presencia de las FARC para el año 2012, suponía vinculación a esta insurgencia; esa era quizás la lectura equivocada de la institucionalidad de momento.
Fue entonces necesario que las comunidades campesinas con sus afiliados y afiliadas a “ASODECAS” decidieran evidenciar la persecución, los bloqueos económicos y alimentarios, los empadronamientos y requisas ilegales que realizaba la fuerza de tarea conjunta nudo del paramillo en la zona de incidencia de la Asociación; sumado a esto, la necesidad de visibilizar el abandono gubernamental con la nula o casi nula inversión social y las acciones militares de grupos legales e ilegales que ocurrían en infracción al DIH y violando los Derechos Humanos del campesinado altosinuano. Fue entonces, como el 26 y 27 de abril del 2013, seis meses después de haber sido creada la ASOCIACIÓN CAMPESINA PARA EL DESARROLLO DEL ALTO SINÚ “ASODECAS” que se realizara la ACCIÓN HUMANITARIA por “el derecho a la vida, la dignidad, la tenencia de la tierra y la permanencia en el territorio” en el corregimiento de Crucito del municipio de Tierralta. Los dos días de trabajo, permitieron producir con más de 1.500 participantes el  “Informe de Derechos Humanos de la primera Acción Humanitaria en el corregimiento de Crucito, municipio de Tierralta (Córdoba)”  fuente escrita, de obligatoria lectura, que relata las realidades del alto sinú y las luchas campesinas y agrarias.
En el marco de la preparación de la Acción Humanitaria, precisamente el 16 de abril del 2013, el campesino DAIRO LUIS ESPITIA, asociado a “ASODECAS”, de la vereda la iguana (corregimiento Crucito)  fue asesinado por “hombres desconocidos”; su cuerpo fue hallado con signos de tortura, sin que a la fecha de este informe se tenga verdad, justicia, reparación y garantías de no repetición.
Lo que siguió en relación a victimización del proceso organizativo campesino fueron más muertes.
Es menester señalar que desde el inicio de la negociación entre el gobierno del presidente santos con las FARC-EP, para lograr la firma conjunta del ACUERDO FINAL para “LA TERMINACIÓN DEL CONFLICTO Y LA CONSTRUCCIÓN DE UNA PAZ ESTABLE Y DURADERA”, firmado el 24 de noviembre del 2016. Proceso formalmente iniciado el 24 de agosto del 2012; los asesinatos sistemáticos con patrones de criminalización similares  y lo que podría denominarse como un “plan de exterminio” en contra líderes, lideresas sociales y comunales, activistas, periodistas y defensores y defensoras de derechos humanos, en nuestro territorio también determino acciones en contra de “ASODECAS”. 
Los patrones violatorios han sido:
·         Violaciones al Derecho a la Vida mediante ejecuciones extrajudiciales, masacres, atentados, amenazas individuales y colectivas.
·         Violaciones al Derecho a la Integridad Personal con casos de tortura, violencia sexual y psicológica.
·         Violaciones del Derecho a la Libertad Personal con detenciones arbitrarias, desapariciones forzadas e involuntarias y desplazamientos forzados individuales y colectivos.
·         Violaciones del Derecho a la intimidad y al domicilio con allanamientos ilegítimos, sustracción ilegal de material(es) digitales y físicos a compañeros/as y organizaciones sociales y políticas, empadronamientos, estigmatización y marcantización individuales y colectivas. 

Los factores que para la organización campesina, se reconocen como focos de riesgo y amenazas han sido:
·         La construcción de la hidroeléctrica URRA 1.
·         La estrategia militar CCAI de las fuerzas militares de Colombia.
·         La política de delimitación del parque nacional natural paramillo y los conflictos de UOT que se han generado.
·         La extracción de minerales en el alto sinú de forma ilegal y las posibilidades de intervenciones legales.
·         La presencia de grupos armados ilegales y legales con causalidad de daño contra la organización campesina.
·         El narcotráfico.
·         El sembradío de artefactos explosivos en los territorios.
·         La carencia de inversión social en los territorios.
·         La falta de oportunidades laborales o impulso de proyectos agrarios individuales y colectivos que permitan desarrollar los proyectos de vida de manera autónoma, y se cierre la posibilidad de acudir a la guerra como única posibilidad de vida y sostenimiento.
·         La tenencia y adueñamiento extensivo de predios por unos pocos.

LAS VICTIMAS DE MUERTE HAN SIDO LOS SIGUIENTES:
No
Nombres y Apellidos de la víctima y rol
Fecha de incidente
Lugar de incidente
Presunto(s) Responsable(s)
Link de contexto
1
DAIRO LUIS ESPITIA
Campesino afiliado.
16/04/2013
V. la iguana, CGTO. Crucito, Tierralta –   Córdoba.
Desconocidos
2
MANUEL ENRIQUE MARTINEZ
Campesino afiliado.
06/05/2013
CGTO. La Ossa, Tierralta – Córdoba.
Ejército Nacional
3
ELMER ANTONIO SERNA USUGA
Presidente de JAC la vereda la gloria.
26/07/2013
V. la gloria, CGTO. Crucito, Tierralta –   Córdoba.
Desconocidos
4
EMEL ANTONIO VARELA TUBERQUIA
Presidente de JAC la vereda la estrella.
29/07/2013
V. la Estrella, CGTO. Saiza, Tierralta –   Córdoba.
Desconocidos
5
EIDER ALBERTO SUCERQUIA TAMAYO
Campesino afiliado.
01/07/2015
V. mutata, CGTO. Saiza, Tierralta – Córdoba.
Ejército Nacional
6
JOSÉ YÍMER CARTAGENA ÚSUGA
Vicepresidente de ASODECAS
10/01/2017
CGTO. Saiza, Tierralta – Córdoba. (Cuerpo trasladado a Carepa, Antioquia)
Autodefensas Gaitanistas de Colombia – AGC
7
ALEXANDER JOSÉ PADILLA CRUZ 
Campesino afiliado.
En proceso del PNIS
15/12/2017
V. El limón, CGTO. Crucito, Tierralta –   Córdoba.
Ejército Nacional
8
GONZALO ANTONIO MARTÍNEZ GUISAO
Presidente de JAC de la vereda Pechindé. 
20/12/2017
CGTO. Saiza, Tierralta – Córdoba. (Cuerpo trasladado a Carepa, Antioquia)
Autodefensas Gaitanistas de Colombia – AGC

Después del secuestro, tortura y asesinato del vicepresidente de “ASODECAS”, el líder JOSÉ YÍMER CARTAGENA ÚSUGA, asesinado el 10 de enero del 2017 en el corregimiento Saiza: la organización campesina vivió uno de sus peores momentos.
La estructura organizativa se desconfiguró, el temor individual y colectivo acorraló a los afiliados, afiliadas, líderes y lideresas. Solo hasta mediados del 2018 se logró restaurar la junta directiva.
Ocho miembros, activos campesinos y líderes en sus comunidades, ocho vidas silenciadas de un proceso organizativo que escasamente cumplirá siete años en septiembre de este 2019.

La persecución, estigmatización y señalamientos no han cesado, hoy día la directiva de “ASODECAS” está compuesta por:
         Cervelion Cogollo - Presidente
         Over Castaño – Vicepresidente
         José Aguilar – Secretario
         Israel Sucerquia – Tesorero
         María Arrieta – Fiscal

Pese a los hechos relacionados anteriormente, ocho vidas silenciadas y las evidentes muestras de violencia contra el proceso social organizativo, el Estado Colombiano, solo ha implementado un esquema de protección colectivo mediante la Unidad Nacional de protección en 2015. El esquema aún perdura, aunque no es propicio y mucho menos idóneo para brindar garantías a la ASOCIACIÓN CAMPESINA PARA EL DESARROLLO DEL ALTO SINÚ “ASODECAS”.