viernes, 12 de julio de 2019

ASODECAS... ¡Somos Dignidad y Resistencia Campesina!



ASODECAS... 

¡Somos Dignidad y Resistencia Campesina!

El Alto Sinú, caudalosos ríos que nacen, corrientes bravías que bañan los valles sinuanos; un escenario de fauna y flora excelso. Un calor campesino único.  
El 11 de septiembre del 2012, se registró en la cámara de comercio de montería la ASOCIACIÓN CAMPESINA PARA EL DESARROLLO DEL ALTO SINÚ “ASODECAS”, con el número de matrícula: 900.802.199-3, con incidencia social, comunitaria y organizativa desde el extremo corregimiento de Saiza, hasta los reasentamientos humanos hechos por la hidroeléctrica URRA S.A. para ubicar a los despojados por ese “monstruo minero energético”, ubicados en la vía que desde Puerto Frasquillo conduce a la cabecera municipal de Tierralta.
Ser [colectivamente] organización campesina, defensora de derechos humanos y trabajar por la “permanencia en el territorio”, y la “tenencia de la tierra”. Solo estas pocas líneas ya suponen un riesgo: Organizar, Defender Derechos Humanos, Permanecer en el territorio y Tener la tierra, en este rincón del territorio colombiano cuesta, hasta la vida misma.
Los señalamientos por parte de la fuerza pública, la estigmatización por parte de las instituciones y entidades del estado, locales, departamentales y nacionales, contra “ASODECAS” no se hicieron esperar. El hecho mismo de existir en un territorio con presencia de las FARC para el año 2012, suponía vinculación a esta insurgencia; esa era quizás la lectura equivocada de la institucionalidad de momento.
Fue entonces necesario que las comunidades campesinas con sus afiliados y afiliadas a “ASODECAS” decidieran evidenciar la persecución, los bloqueos económicos y alimentarios, los empadronamientos y requisas ilegales que realizaba la fuerza de tarea conjunta nudo del paramillo en la zona de incidencia de la Asociación; sumado a esto, la necesidad de visibilizar el abandono gubernamental con la nula o casi nula inversión social y las acciones militares de grupos legales e ilegales que ocurrían en infracción al DIH y violando los Derechos Humanos del campesinado altosinuano. Fue entonces, como el 26 y 27 de abril del 2013, seis meses después de haber sido creada la ASOCIACIÓN CAMPESINA PARA EL DESARROLLO DEL ALTO SINÚ “ASODECAS” que se realizara la ACCIÓN HUMANITARIA por “el derecho a la vida, la dignidad, la tenencia de la tierra y la permanencia en el territorio” en el corregimiento de Crucito del municipio de Tierralta. Los dos días de trabajo, permitieron producir con más de 1.500 participantes el  “Informe de Derechos Humanos de la primera Acción Humanitaria en el corregimiento de Crucito, municipio de Tierralta (Córdoba)”  fuente escrita, de obligatoria lectura, que relata las realidades del alto sinú y las luchas campesinas y agrarias.
En el marco de la preparación de la Acción Humanitaria, precisamente el 16 de abril del 2013, el campesino DAIRO LUIS ESPITIA, asociado a “ASODECAS”, de la vereda la iguana (corregimiento Crucito)  fue asesinado por “hombres desconocidos”; su cuerpo fue hallado con signos de tortura, sin que a la fecha de este informe se tenga verdad, justicia, reparación y garantías de no repetición.
Lo que siguió en relación a victimización del proceso organizativo campesino fueron más muertes.
Es menester señalar que desde el inicio de la negociación entre el gobierno del presidente santos con las FARC-EP, para lograr la firma conjunta del ACUERDO FINAL para “LA TERMINACIÓN DEL CONFLICTO Y LA CONSTRUCCIÓN DE UNA PAZ ESTABLE Y DURADERA”, firmado el 24 de noviembre del 2016. Proceso formalmente iniciado el 24 de agosto del 2012; los asesinatos sistemáticos con patrones de criminalización similares  y lo que podría denominarse como un “plan de exterminio” en contra líderes, lideresas sociales y comunales, activistas, periodistas y defensores y defensoras de derechos humanos, en nuestro territorio también determino acciones en contra de “ASODECAS”. 
Los patrones violatorios han sido:
·         Violaciones al Derecho a la Vida mediante ejecuciones extrajudiciales, masacres, atentados, amenazas individuales y colectivas.
·         Violaciones al Derecho a la Integridad Personal con casos de tortura, violencia sexual y psicológica.
·         Violaciones del Derecho a la Libertad Personal con detenciones arbitrarias, desapariciones forzadas e involuntarias y desplazamientos forzados individuales y colectivos.
·         Violaciones del Derecho a la intimidad y al domicilio con allanamientos ilegítimos, sustracción ilegal de material(es) digitales y físicos a compañeros/as y organizaciones sociales y políticas, empadronamientos, estigmatización y marcantización individuales y colectivas. 

Los factores que para la organización campesina, se reconocen como focos de riesgo y amenazas han sido:
·         La construcción de la hidroeléctrica URRA 1.
·         La estrategia militar CCAI de las fuerzas militares de Colombia.
·         La política de delimitación del parque nacional natural paramillo y los conflictos de UOT que se han generado.
·         La extracción de minerales en el alto sinú de forma ilegal y las posibilidades de intervenciones legales.
·         La presencia de grupos armados ilegales y legales con causalidad de daño contra la organización campesina.
·         El narcotráfico.
·         El sembradío de artefactos explosivos en los territorios.
·         La carencia de inversión social en los territorios.
·         La falta de oportunidades laborales o impulso de proyectos agrarios individuales y colectivos que permitan desarrollar los proyectos de vida de manera autónoma, y se cierre la posibilidad de acudir a la guerra como única posibilidad de vida y sostenimiento.
·         La tenencia y adueñamiento extensivo de predios por unos pocos.

LAS VICTIMAS DE MUERTE HAN SIDO LOS SIGUIENTES:
No
Nombres y Apellidos de la víctima y rol
Fecha de incidente
Lugar de incidente
Presunto(s) Responsable(s)
Link de contexto
1
DAIRO LUIS ESPITIA
Campesino afiliado.
16/04/2013
V. la iguana, CGTO. Crucito, Tierralta –   Córdoba.
Desconocidos
2
MANUEL ENRIQUE MARTINEZ
Campesino afiliado.
06/05/2013
CGTO. La Ossa, Tierralta – Córdoba.
Ejército Nacional
3
ELMER ANTONIO SERNA USUGA
Presidente de JAC la vereda la gloria.
26/07/2013
V. la gloria, CGTO. Crucito, Tierralta –   Córdoba.
Desconocidos
4
EMEL ANTONIO VARELA TUBERQUIA
Presidente de JAC la vereda la estrella.
29/07/2013
V. la Estrella, CGTO. Saiza, Tierralta –   Córdoba.
Desconocidos
5
EIDER ALBERTO SUCERQUIA TAMAYO
Campesino afiliado.
01/07/2015
V. mutata, CGTO. Saiza, Tierralta – Córdoba.
Ejército Nacional
6
JOSÉ YÍMER CARTAGENA ÚSUGA
Vicepresidente de ASODECAS
10/01/2017
CGTO. Saiza, Tierralta – Córdoba. (Cuerpo trasladado a Carepa, Antioquia)
Autodefensas Gaitanistas de Colombia – AGC
7
ALEXANDER JOSÉ PADILLA CRUZ 
Campesino afiliado.
En proceso del PNIS
15/12/2017
V. El limón, CGTO. Crucito, Tierralta –   Córdoba.
Ejército Nacional
8
GONZALO ANTONIO MARTÍNEZ GUISAO
Presidente de JAC de la vereda Pechindé. 
20/12/2017
CGTO. Saiza, Tierralta – Córdoba. (Cuerpo trasladado a Carepa, Antioquia)
Autodefensas Gaitanistas de Colombia – AGC

Después del secuestro, tortura y asesinato del vicepresidente de “ASODECAS”, el líder JOSÉ YÍMER CARTAGENA ÚSUGA, asesinado el 10 de enero del 2017 en el corregimiento Saiza: la organización campesina vivió uno de sus peores momentos.
La estructura organizativa se desconfiguró, el temor individual y colectivo acorraló a los afiliados, afiliadas, líderes y lideresas. Solo hasta mediados del 2018 se logró restaurar la junta directiva.
Ocho miembros, activos campesinos y líderes en sus comunidades, ocho vidas silenciadas de un proceso organizativo que escasamente cumplirá siete años en septiembre de este 2019.

La persecución, estigmatización y señalamientos no han cesado, hoy día la directiva de “ASODECAS” está compuesta por:
         Cervelion Cogollo - Presidente
         Over Castaño – Vicepresidente
         José Aguilar – Secretario
         Israel Sucerquia – Tesorero
         María Arrieta – Fiscal

Pese a los hechos relacionados anteriormente, ocho vidas silenciadas y las evidentes muestras de violencia contra el proceso social organizativo, el Estado Colombiano, solo ha implementado un esquema de protección colectivo mediante la Unidad Nacional de protección en 2015. El esquema aún perdura, aunque no es propicio y mucho menos idóneo para brindar garantías a la ASOCIACIÓN CAMPESINA PARA EL DESARROLLO DEL ALTO SINÚ “ASODECAS”.

No hay comentarios:

Publicar un comentario